Nota de opiníon de Choy Gonzalo.

Estamos lejos, como país, de ser como Inglaterra, Francia o España en muchos aspectos, pero sobre todo en este deporte, y precisamente el femenino. Acá no vende. No parece fútbol, sino algo aburrido, que te obliga a «anestesiar» los ojos, porque el ritmo es otro.
No es por una condición física, ni por ser machista, ni porque hayas votado a Milei, sino que, a la hora de los números en un club, da pérdida. TODOS lo saben, pero pocos lo dicen por miedo a represalias políticas. Hay equipos que descendieron “por pedido”, como LA UAI URQUIZA (https://www.tiempoar.com.ar/ta_article/el-descenso-elegido-por-uai-urquiza-una-alarma-para-el-torneo-femenino/), y otros, como Español, que les sucedió lo mismo. Incluso, en alguna oportunidad se corrió el rumor de que algunas jugadoras recurrían a OnlyFans como recurso económico, ya que la institución no podía pagarles sueldos.
Es triste, lo sé, pero seamos honestos: ¿usted pondría dinero en algo poco rentable? Para colmo, las políticas “impuestas” de ciertos partidos políticos populares, que paulatinamente (se nota que se dieron cuenta) fueron soltando la mano, dejaron a las jugadoras solas en los equipos más pudientes del fútbol argentino.
¿Será una tendencia que avance, despidiéndose de un producto mal concebido y, pese a los empujones políticos, que no logra despegar?

¿O quizás se abre una puerta para las manos ambiciosas de Foster Gillet? Con su acaudalada billetera, puede comprar todo lo relacionado con el fútbol femenino y hasta ponerlas a jugar en el patio de su casa…